José Antonio Ramos Sucre | Biografía | Poeta


José Antonio Ramos Sucre es considerado el mejor poeta venezolano de la primera mitad del siglo XX. Su lenguaje innovador que se manifestó en el uso de varias voces poéticas, así como la creación de poesía en prosa. Aunque de difícil catalogación su obra es eminentemente vanguardista, conservando un simbolismo, que apeló a la mitología clásica y los personajes históricos de Venezuela. Rasgos de una vida solitaria y las tribulaciones mentales se dejan colar en sus poemas, bañados de fantasía y esoterismo. Consideraba que el panorama artístico e intelectual de la Venezuela que le tocó vivir era mediocre, retórico y conformista, en línea con una estética desgastada.

José Antonio Ramos Sucre nació en Cumaná, estado Sucre, el 9 de junio de 1890. A sus diez años fue enviado a Carúpano para continuar su educación, marcadamente intelectual. En 1903 regresó a Cumaná, continuó sus estudios al tiempo que aprendía idiomas. En 1910 se graduó como bachiller en Filosofía y al año siguiente se trasladó a Caracas para estudiar Derecho y Literatura en la Universidad Central de Venezuela. Dedicó tiempo a continuar sus idiomas, tanto clásicos como modernos.

En 1913 el entonces presidente Juan Vicente Gómez ordenó el cierre de la Universidad, por lo que Ramos Sucre continuó de forma autodidacta al tiempo que dictaba clases de latín. En 1914 fue nombrado Oficial de la Dirección de Derecho Público Exterior del Ministerio de Relaciones Exteriores de los Estados Unidos de Venezuela, además ejerció como intérprete y profesor de Historia y Geografía por varios años. Retomó los estudios, en 1917 egresó como Abogado y en 1925 como Doctor en Leyes y Ciencias Políticas. En 1927 recibió la Orden del Libertador en grado de Comendador.

La vocación y destreza poética de José Antonio Ramos Sucre ya se hacía evidente en 1911. Inició la publicación de sus poemas en diversos diarios y revistas del país, además textos acerca de poesía y otros temas sociales. En 1921 compiló más de cien poemas en “Trizas de papel” y en 1923 publicó como panfleto “Sobre las huellas de Humboldt”. Ambas obras serán recogidas en “La torre de timón”, en 1925. Al año siguiente publicó en la Revista Élite un conjunto de aforismos y pensamientos bajo el título “Granizadas”. Y en 1929 los libros “Las formas del fuego” y “El cielo del esmalte”. Sus cartas y otros escritos se publicaron como obra póstuma en “Los aires del presagio”.

En 1929, cuando fue nombrado Cónsul de Venezuela en Ginebra su salud estaba muy deteriorada. Por años había padecido trastornos del sueño y otras afecciones mentales, que lo llevaban a deambular en la ciudad por las noches. Luego de instalarse en Ginebra, viajó a Hamburgo, para iniciar un tratamiento. Al no conseguir mejoría se trasladó a un sanatorio en Italia, donde tampoco consiguió alivio. En marzo de 1930 retomó su cargo en Ginebra, pero a los pocos días intentó suicidarse. Durante su recuperación escribió lo que sería su último poema “Residuo”.

El 9 de junio, el día de su cumpleaños número 40, hizo su segundo y definitivo intento de suicidio, sin embargo la muerte de José Antonio Ramos Sucre no se produjo sino 4 días después, el 13 de junio de 1930 en la ciudad de Ginebra. Sus restos mortales reposan en el panteón de su familia, ubicado en el Cementerio de Santa Inés de la ciudad de Cumaná, tal como fuera su voluntad.

Comentarios

Entradas populares de este blog

Entrada de Bolívar a la Ciudad de Mérida

San Isidro Labrador